Vista Aérea

Es una de las ciudades mayas más longevas desde el ángulo de su ocupación. Alcanzó su apogeo entre los años 750 y el 900 de nuestra era, cerca de Holmul Petén encontramos otro sitio llamado “La Sufricaya”,que posee murales pintados que los expertos asegurán que puede ser de Teotihuacán o de Tikal,esta teoría asegura que haya existido correlación de esta ciudad con Teotihuacán entre los años 300 y 550 de nuestra era. a continuación te presentamos un video que muestra un resumen de las imágenes mas importantes del sitio:

Dado que esta fue una de las ciudades que mas tarde fue abandonada, se encontro que sus murallas se parecen a las de Cival (otra ciudad contemporánea bajo domino de Holmul) que muestra la posibilidad de el colapso de ambas ciudades.

Holmul Petén

Localización de Holmul Petén

este yacimiento arqueológico se encuentra al norte de Petén muy cerca de la frontera de Belice, a continuación te mostramos una de las formas de como llegar : para llegar Mirador Petén, necesitas primero llegar al punto de traslado, para nuestro caso, el aeropuerto Mundo Maya ubicado en Santa Elena Petén:

Una vez en Flores traslado al aeropuerto para tu viaje en helicoptero a El Mirador con Especialistas en Ecoturismo y Aventura , quienes te llevaran a visitar este fabuloso sitio con el Director del Proyecto Arqueologico El Mirador, Dr. Richard Hansen, asi como a Holmul con el Director del Proyecto Arqueologico Holmul, Dr. Francisco Estrada-Belli.

Descubrimiento de Holmul Petén:

Descubrimiento del Sitio

Fue visitado por primera vez en 1911 con propósitos arqueológicos por un equipo de la Universidad de Harvard conducido por el arqueólogo Raymond Merwin, gracias a un reporte del antropólogo Alfred M. Tozzer (USA) quien visitó el lugar y realizo la documentación en 1904.El trabajo original de este equipo produjo la primera estratigrafía a partir de una secuencia de cerámica para un sitio maya en la región. El trabajo fue más tarde continuado por el arqueólogo George Vailla

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Photo by F. Estrada-Belli

El resultado de la expedición (que se hizo para el Museo Peabody de Arqueología y Etnología), no se publicó sino veinte años más tarde lo que dio un bajo impacto e importancia la mismo dando como resultado que el lugar no fuese sujeto a más investigaciones por un largo tiempo.